Aquí le envío el ensayo que acordamos, todo lo que figura entre comillas es literal, aunque el material fue obtenido de conversaciones callejeras como usted lo indicó. Valga la aclaración teniendo en cuenta las injustas acusaciones de que ha sido víctima en los últimos meses. Me permití ciertas licencias poéticas más allá del informe técnico con la ilusión de que algo mío lo conmueva.
Yours, Mme. Simone
Bosque inmaterial hecho del recuerdo de nuestras memorias más lejanas, días enteros de Cine, música y TV ahí donde florece el Árbol de Todas las historias, mapa espiritual de todas las geografías del siglo (pasado), Estados Unidos de América.
La remera dice "I love New York" pero el estampado “made in Vietnam” es elocuente. De las últimas postales del Apocalipsis que traje de Hollywood ninguna logró sorprenderme. Descubrí temprano que todas habían sido fabricadas en China y aunque ese hecho incontrastable debe tener su correlato macroecónomico y social, hay que decirlo: “acá la nieve fosforescente llama menos la atención que en Buenos Aires”. Por lo que pude ver por la tele, el airecito primaveral de "fin de época" en New York “promete ser más aburrido que cuando incendien finalmente Paris”... no lo sabremos hasta que se corte la luz y “desde las calles oscuras de Brooklyn se vea iluminado el East-Side” en su ya clásico bautismo artificial de fueguitos.
El guión natural de los norteamericanos, ese “mecanismo interno en que una Nación decide practicar su nacionalidad” y escribir su destino en algún vértice de la Historia , parece estar signada por el coraje brutal de resistir hasta el final, encerrados en el “bunker invencible del alma”, “con la moral en el bolsillo y armados hasta donde sea posible”. En palabras del Presidente: “esperaremos si es que alguien tiene intención o forma de invadirnos”. No tenemos el Guión, pero si a los guionistas.
La estadística no hace literatura pero puede servir para armar el mapa de cualquier historia,
si "uno de cada cien norteamericanos está preso"
qué sentirán al respecto los otros 99 muestreados.
Que será de este mundo occidental nuestro y de todo aquello de lo que ya nos habían advertido a tiempo nuestros héroes americanos por siempre muertos y no supimos escuchar,”oh lord!” ... o es que ni siquiera lo dijeron. Veamos:
Lo de Kurt Cobain fue como un 11-S existencial, cerró un ciclo en sí mismo, habrá que esperar al próximo profeta y no tiene caso que nos empeñemos en seguir componiendo canciones pero...
Bob Dylan sabe algo que el resto de los mortales desconocemos evidentemente, entonces...
Salinger se llevó sus secretos a la tumba y aunque
Paul Auster y Laurie Anderson no supieran de que se trata todo esto, tampoco me atrevería a juzgarlos por eso. Será que los norteamericanos que tienen alguna idea de como "salvar al mundo", o aquellos que estamos dispuestos a no dejar que se derrumbe tan irremediablemente no somos tantos o no somos tan norteamericanos. Y aunque de allí se infiera que la proporción de esos "iluminados" sea mayor en algún otro país, ¿cómo debería ser la proporción? o ¿qué tan revolucionario debería ser un revolucionario norteamericano?.
La revolución según la Norteamérica profunda, lo más iluminado que vi en estos últimos 34 años de recorrer puertos, fue un contenedor verde que en un blanco vandálicamente cínico decía: "The revolution is near / white-trash for all". Y que Dios nos proteja. Quién estará a la altura de la Historia y cuál será esa altura, por cierto y sobre todo lo demás, no quisiera verlo desde abajo. God Bless America.