lunes, 25 de julio de 2011

CRÓNICAS DE UN QUEBRADO


1-El Héroe abstracto.

Entonces aunque el único Héroe posible era el “Héroe Colectivo”, esa otra pulsión individual se me imponía casi como condición de todo lo practicable aún siendo yo mismo hijo de un “Héroe Colectivo”.
Y si la pregunta fuese siempre por “la coyuntura” entonces ¿para cuándo la Revolución?. Cuántos “reformistas” serían necesarios por cada “revolucionario”, cuántos indiferentes. 
             Existía el “Hijo de Puta individual” -bien, eso no era novedad. Pero, quién se equivocó ese domingo cuando las urnas escupieron en las pantallas el nombre “democrático” del Hijo de Puta consumado que todos sabíamos. ¿Es que existía entonces el “Hijo de Puta colectivo”?, héroe suburbano escondido en su Barrio Privado con un ejército de “vecinos” pobres mirando con desprecio a los mártires sin nombre de una guerra silenciosa ganada (o perdida) “coyunturalmente” en horas de Televisión y marketing, daño colateral escondido en la “memoria colectiva”, mutilado, autocensurado.
Porque si la poesía fuese “un arma cargada de Futuro” quién podría ser neutral. ¿Una forma institucional de la justicia poética determinaría el valor de un “León Ferrari” en relación a un “Andy Warhol”?, el diseño y la moda servirían como herramientas para mejorar un mundo hecho al fin de colores y luz.
Ante cualquier respuesta se me imponía siempre la pregunta por lo estético. Pero, ¿y si mi angustia fuese solo producto de un narcisismo políticamente correcto?. Entonces comprendí el Tango de Oscar Wilde, la melancolía infinita de ser el “Héroe abstracto” posando para la posteridad solo en la silla, pero ¿ ¿ en las redes sociales se estaba gestando la nueva Revolución? ¿en cuáles ?. Tenía que hacer algo. Empecé a escribir:

“El Domingo empezó bien, pero lo que antes del mediodía era un presentimiento, para las tres de la tarde era ya, la derrota absoluta de lo abstracto sobre mi espíritu. La intuición del resultado de unas elecciones en otro país, o la certeza de que mis vecinos gestaban sin saberlo, las mismas democráticas miserias que en aquel lugar abandonado a la suerte de millones de Hijos de Puta anónimos.”

LEER ESCUCHANDO “Summertime” de George Gershwin por Brian Wilson.

sábado, 23 de julio de 2011